¿Cómo Saber si Tienes Hambre Real o Hambre Emocional?
¿Te ha pasado que sientes un antojo fuerte por algo dulce o salado, aunque sabes que no tienes hambre real? ¿Comes cuando estás triste, estresada o aburrida? Eso es lo que se conoce como hambre emocional.
A diferencia del hambre física, que aparece gradualmente y se satisface con cualquier tipo de alimento, el hambre emocional:
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Llega de repente.
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Pide algo específico (normalmente alto en azúcar, grasa o sal).
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No se calma al comer.
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Va acompañada de culpa o ansiedad.
¿Qué la causa?
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Estrés y ansiedad.
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Emociones no expresadas.
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Soledad, aburrimiento o cansancio.
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Dietas muy restrictivas.
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Hábito desde la infancia (comer por recompensa o consuelo).
¿Cómo manejarla?
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Haz una pausa y pregúntate: ¿Tengo hambre física o emocional?
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Registra tus emociones antes de comer.
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Busca alternativas: respira, camina, escribe, escucha música, llama a alguien.
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Practica la autocompasión: no te castigues, es parte del proceso.
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Ayúdate con herramientas naturales, como mis gotas Calm Cravings, que te ayudan a calmar antojos y equilibrar tu apetito de forma natural. Conócelas aquí.
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Y si lo necesitas, busca apoyo profesional.
Recuerda: el hambre emocional no es tu enemiga, es una señal de que algo necesita ser atendido.
Escúchate, cuídate y elige nutrirte de forma consciente.
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